terça-feira, 18 de junho de 2019

PELA UNIDADE SOCIALISTA DA AMÉRICA LATINA


Brasil – El 14/6, día de la huelga general

El gobierno de Bolsonaro, los gobernadores, el Tribunal, el Parlamento, Lula…
Entre lluvias, tormentas, relámpagos, rayos y un descuido…
Anecdotario de la reforma previsional y la lucha de clases.

Por Guilherme Giordano, de Tribuna Classista *

El viernes 14/6 fue el día de la huelga general en el país, y, si por un lado fue una huelga parcial, con la priorización de manifestaciones y protestas (el límite de las declaraciones de intenciones, discursos parlamentarios y de la burocracia), por el otro colocó en escena a los obreros metalúrgicos del ABC que paralizaron la producción en cinco montadoras, y otras tantas categorías obreras. La disposición de lucha de los trabajadores y de la juventud oscureció en las calles la política de la burocracia sindical, que orientó a los trabajadores a hacer un “paro dominguero”, recogerse y quedarse en casa, según el acuerdo alcanzado por el gobierno y los representantes del parlamento con los gobernadores, realizado el día 11/06, incluyendo al PT, PCB, PSB y PDT, que según el gobernador del PT de Piauí, Wellington Dias había retirado el “chivo de la sala”, a saber, los BPC, las jubilaciones de los trabajadores rurales y la capitalización y desconstitucionalización de la Previsión Social.

El petista Wellington Dias, un día antes de la Huelga General, en la que se presentó el informe sustituto en la Comisión Especial de la Cámara de Diputados, disparó contra el relator Samuel Moreira (PSDB-SP), que retiró del texto a los trabajadores estatales y municipales: “Espero que quien tuvo esta bella idea garantice incluso los 308 votos o más prometidos”, y que “faltó responsabilidad con Brasil”. Wellington Dias afirmó que en el momento de la reunión de los gobernadores con el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia (DEM-RJ),”la directiva era de alcanzar un acuerdo para que recibiera el apoyo de los gestores, principalmente los del Nordeste “. (Https://blogs.ne10.uol.com.br,13/06/2019)

Es bueno subrayar que el chantaje es recíproco. Todos los gobernadores, sin excepción, chantajean al Congreso diciendo que si los trabajadores estatales y municipales no se incluyen en la reforma, los Estados van a quebrar, en un verdadero campeonato para ver quién es el mayor chantajista (parece que los de Minas Gerais y RS están en en el momento, capitaneados por João Dória de Sao Paulo). Por otro lado, Rodrigo Maia (DEM-RJ) orientó a Samuel Moreira (PSDB-SP) a retirar del texto, por ahora, a los servidores de los Estados y municipios, y exhortar a los gobernadores a empeñarse para inclusión de los mismos en la reforma, “perfectamente” previsible en el tratamiento del tema en la propia comisión especial o en el plenario.

La semana de la Huelga General arrancó con un intento de conciliación política, anunciado euforicamente, entre el parlamento, el gobierno de Bolsonaro y los gobernadores. Sin embargo, la verdadera pelea establecida en el interior del gobierno entre el ala olavista, la llamada “ala ideológica” y los militares, derribó al general Carlos Alberto Santos Cruz, ministro de la Secretaría de Gobierno. Su dimisión fue caracterizada por Bolsonaro como una “separación amigable”. Después de la renuncia al gabinete de Gustavo Bebianno, de la Secretaría General de la Presidencia, de Vélez Rodríguez, Ministro de Educación y del despido de Franklimberg Freitas de la presidencia de la FUNAI, ya es la cuarta “separación amistosa” del gobierno Bolsonaro poco antes de completar uno semestre.

El siguiente en la linea de tiro es el Presidente de Correos, el General Juárez de Paula, acusado de “sindicalista” por criticar la privatización de lo estatal y sacarse fotos con parlamentarios de la oposición. Su despido ya fue anunciado y profundamente lamentado por el diputado Leonardo Monteiro (PT-MG).

“El índice de actividad económica del Banco Central (IBC-Br), que se considera la previsión del Producto Bruto Interno (PBI), mostró que la economía brasileña cayó un 0,47% en abril, y el resultado indica que el segundo trimestre del año también comenzó en negativo, después de que Brasil retrocedió el 0,2% en los tres primeros meses del año, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). “(https://www.correiobraziliense.com.br/, 14 / 06/2019)

En esta perspectiva gris, el tono de voz del zar de turno de la Economía, el Ministro Paulo Guedes, aumentó y cargó en tintas contra el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia (DEM-RJ), acusándolo de haber sufrido presión de los servidores, de haber convencido al relator Samuel Moreira (PSDB-SP) a retroceder y presentar un proyecto sustituto que podrá abortar la “Nueva Previsión” (reforma previsional), disminuyendo la “economía” prevista con el robo de las jubilaciones de más de un billón a menos de novecientos mil millones.

Rodrigo Maia (Dem-RJ) no se ha hecho rogar y expresó que la medida fue tomada para blindar al parlamento frente a la “Usina de crisis que es este gobierno”, afirmando que la “economía”, léase el robo, de 860 mil millones para un gobierno que no tiene base es mucho, que si dependiera de la articulación del gobierno se obtendrían 50 votos favorables, cuando son necesarios 350. Según la recomendación del “noble” parlamentario, “un Ministro de Economía debería poner el agua a hervir, en lugar de echar leña al fuego”.

El presidente Bolsonaro no podía quedarse de coadyuvante en este teatro de comedias y en un “cafecito” matutino con periodistas dio un verdadero show. Después de hablar sobre otro despido en gabinete ministerial, anunció la caída del tercer militar en una semana, acusó al Tribunal Federal Supremo de estar legislando y profundizando la lucha de clases con la decisión de criminalizar la homofobia (ni a un presidente declaradamente homofóbico se le escapa que a esta lucha tiene que ser dado un carácter de clase). En respuesta a Lula, el cual cuestionó el cuchillazo recibido por el entonces candidato a la presidencia en 2018, después de que su presunto agresor fue absuelto judicialmente, afirmó que “si diesen una cuchillada en la barriga de Lula sólo saldría cachaça”, y que en la zona donde él supuestamente fue atacado, “sangra adentro”. Sobre las denuncias contra Moro y el procurador Dallagnol largó: “Si existe un teléfono intervenido en Brasil es el mío”. ¿Un capitán con el … en la mano?

Sérgio Moro, actual Ministro de Justicia, denunciado por el sitio The Intercept en flagrante delito en sus coloquios virtuales con el procurador Dallagnol y cia., al ser indagado sobre su recomendación que acabó con el show de Lula, montando toda una operación fraudulenta que se se transformó ahora con las revelaciones que están saliendo a la luz en un verdadero escándalo internacional, pues contribuyó decisivamente a la prisión y proscripción de la candidatura de Lula, resumió todo en una frase: “¡fue un descuido!”

Pero quien se robó la escena fue el ministro del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), el General Augusto Heleno, que al exaltarse repudiando la declaración de Lula durante el banquete del presidente con los periodistas, desafinó el coro de los contentos, dando un golpe en la mesa y diciendo que Lula cumple “prisión perpetua”. Lo mínimo que se le puede decir a este General es mal agradecido, porque cuando Bush decidió “tercerizar” la invasión de Haití en manos de los ejércitos de los países latinoamericanos, Lula se apresuró a nombrarlo comandante de las Tropas de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), las cuales fueron acusadas por la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH) de masacrar, torturar, violar, etc. al ya sufrido pueblo haitiano.

Arnaldo Jabor, el cineasta convertido en comentarista de la Rede Globo, en Jornal Nacional, refiriéndose a la crisis en torno a la reforma previsional, dijo para cerrar el día de la Huelga General que “cortaron la cola del lagarto, ahí viene el viejo Brasil bajando por la ladera”, en consonancia con el Ministro Paulo Guedes.

Y hablando de cine, bien podríamos sugerir a la actriz y directora Carla Camurati, autora de la película Carlota Joaquina – Princesa de Brasil, que aprovechara las escenas reales y utilizara como extras a los actores del verdadero chiquero que es la era Bolsonaro, antes de que sea tarde, pues puede ser una comedia muy efímera. Y hablando de chiqueros y extras, Pier Paolo Pasolini… ¿vos qué dirías?